jueves, 2 de enero de 2014

ESQUEMAS Y MENTIRAS. I. EL ESQUEMA PONZI (castellano)


Hace mucho tiempo en unas prácticas que los entonces estudiantes de derecho hicimos en los antiguos Juzgados de Santiago a propósito de delitos económicos, nos explicaron diversas modalidades de la Estafa. La mayor parte de las estafas consiste en ofrecerle a la ‘víctima’ un beneficio económico sin límite, si realiza antes una inversión previa. Así funciona el timo del ‘tocomocho’, o las estafas piramidales. Alguno preguntó con inocencia si la solución no estaría en instruir a los ciudadanos sobre las artimañas de los estafadores para que estuvieran precavidos. “Es inútil” dijo el Juez, “la codicia de las futuras víctimas es siempre superior a su prudencia.

La estafa piramidal consiste en un esquema de negocios en la que los participantes buscan a más clientes con el objetivo de que los nuevos participantes generen beneficios a los participantes más antiguos. Estas pirámides son consideradas estafas o timos y se conocen como timos en pirámide, cédulas de la abundancia o Esquemas Ponzi.

El riesgo en un esquema piramidal es que funciona en cuanto existan nuevos participantes en cantidad suficiente. Cuando la población de posibles participantes se satura, los beneficios de los participantes originales disminuyen y muchos participantes terminan sin beneficio alguno tras haber financiado las ganancias de los primeros participantes.

Charles Ponzi fue un inmigrante italiano en USA que en los años 20 consiguió engañar a miles de norteamericanos prometiendo retornos trimestrales del 50% invirtiendo en sellos, cuando la remuneración media de las cuentas bancarias era del 5%. Aunque inicialmente compró sellos internacionales, en seguida comenzó a usar el flujo de las cantidades que captaba por los nuevos inversores para pagar el principal y los intereses prometidos a los más viejos. Acabó en la cárcel, después expulsado del país e murió en la pobreza.

El Esquema Ponzi es ilegal en muchos países, como en España, que en la Ley de Ordenación del Comercio minorista hace referencia a la venta piramidal. Existen dos modalidades del Esquema Ponzi.

Una es la modalidad de “pirámide abierta”, en la que el participante conoce la estructura del negocio, y por tanto no deberían considerarse engañados, pero su ingenuidad, su desconocimiento del concepto de saturación de mercado o su codicia, junto a la esperanza de estar en la cumbre de la pirámide los hace participar.

La modalidad más grave es la “pirámide cerrada”, que es claramente delictiva. En ella una persona o institución se presenta como un mediador de inversiones no claramente explicadas, por las que capta inversiones con la promesa de un grandísimo retorno, y que en principio si se produce ese retorno, provocando el ‘interés’ del mercado, pero que, en la realidad se usan los aportes de los partícipes que entraron después para devolver los primeros aportes, y los intereses prometidos. Evidentemente la ‘inversión’ de los partícipes tardíos está supeditada a la entrada de nuevos participantes hasta que se satura o colapsa dicho mercado.

Como ejemplos tenemos a Bernard Madoff, acusado y condenado en 2008 por una estafa multimillonaria, que se escondía por supuestas inversiones extremadamente brillantes (y falsas), cuando el esquema era idéntico: utilizar el dinero de los nuevos inversores para pagar los intereses de los más antiguos.

El primer ejemplo histórico de fraude piramidal se dio en España, en el último tercio del siglo XIX: Baldomera Larra hija de Mariano José de Larra montó lo que hoy se conocería como un ‘chiringuito’ financiero, operando a la vista de todos y pagando un 30% mensual, con el dinero que le daban los nuevos impositores. En diciembre de 1876 incapaz de pagar los intereses prometidos desapareció con todo el dinero que pudo, aunque dos años más tarde fue detenida en Francia y condenada a seis años de prisión, que no cumplió íntegramente dado que hubo muchas voces, que clamaban por la clemencia.

Una variante muy popular en España son las conocidas como células da abundancia que eran un Sistema basado en la solidaridad entre las personas, que prometían altos rendimientos. Cuando la argucia se desmontó, los que cobraran desaparecieron dejando a miles de personas sin su dinero.

Otros casos de similares características en España fueron Sofico (1974), Fidecaya (1982), Gescartera (2001) y Finanzas Forex.com (2009), pero la de mayor repercusión fue la llamada "estafa filatélica": de Fórum Filatélico y Afinsa, acusadas de estafa que dejó sin ahorros a más de 465.000 clientes y que causó un agujero patrimonial superior a los 4.666 millones de euros. Las empresas vendían sellos sobrevalorados a personas incautas y luego los recompraban por una cantidad algo superior a nombre de nuevos inversores.

La Estafa es utilizar engaño bastante para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de disposición en perjuicio propio o ajeno (Art. 248 CP).

Se puede discutir en el marco de un proceso penal cando existe Engaño bastante, y cuando este puede producir error en otro. Se puede discutir si los que aceptaban intereses 2 o 3 veces superiores a los normales del mercado de Fórum Filatélico, o de Afinsa (o de las ‘preferentes’ en entidades bancarias) eran o no conscientes de lo irregular de eses productos, y de los riesgos que conllevaban. Todos podemos ser víctimas del charlatán que con su carromato vende a gritos botellas con un líquido que huele a aguardiente en la plaza del pueblo, diciendo que lo cura todo, que sana todo tipo de enfermedades, y que soluciona problemas de amores. Pero después de haber comprado varias veces a varios supuestos doctores, botellas que huelen a aguardiente pero no curan nada, ¿tenemos derecho a decir que nos engañaron y a pedir que el Estado nos proteja en nuestros derechos como consumidores?

Casi todo se puede discutir, pero lo que nunca se puede poner en duda es que ante un caso de Estafa Piramidal estamos precisamente ante eso, en una estafa, y aunque los promotores de tal estafa tuvieran la inmensísima inocencia de que su comportamiento era de buena fe, no debería haber duda de que el Esquema de Ponzi es inviable, engañoso, y fraudulento, y quien lo denuncia solo merece nuestro reconocimiento dado que muestra un engaño del que no nos percatábamos.

Pues no.
Conozco un caso que responde fielmente al Esquema de Ponzi, en la que los estafados defienden al Estafador, y que se enfadan y agreden a los que denuncian que estamos ante una Estafa Piramidal, pero su descripción será objeto de una segunda parte.


No hay comentarios:

Publicar un comentario